miércoles

-de modo que ni quería-

ya llegando a esmeralda y corrientes me reía y pensaba, que tristeza microcentro, esta calle lumpen e ilegal. resulta que micaela se comunicó conmigo para una entrevista que resultó ser grupal, para un puesto de telemarketer, ventas a españa de un producto que ella misma catalogó de raro. un paquete de sorteos que se los vendés en euros y si en tres meses no ganan les devolvemos todo su dinero y un 4% más. divague. subo al sexto piso de un edificio gris húmedo con olor a alfombra mojada y a culo. en un único ambiente de seis por seis, un complejo de boxes y pibitos gritando, un gallinero. espera por acá, ponete cómoda me dijo, ingresandome en un cubículo de uno por uno con: una máquina de café, un dispenser que perdía y baldes llenos de agua que mojaban la alfombra, tres sillas, dos rotas, cuatro nenas con curriculum vitae en mano y nerviosas por su primer trabajo. llegaron un par más pero ninguno paraconquienpudiese complotarme aunque sea con una mueca de quebizarroestopordios. cuando completamos los quince a entrevistar, pasamos al cubo anexo, una especie de pecera con puertas anuladas al mejor estilo eldocke, un pizarrón, lugares improvisados con sillones, sillas y bancos, y el toque alusivo: un poster de españa con los dibujos de los lugares que se estaba despegando, queriendo huír igual que yo.
nadie de los quince me peló para el complot, micaela hablaba rápido, el excite del coordinador pensé, cómo se llega a esto: presentensé, es fundamental y lo voy a evaluar, cuenten si viven con sus familias ó solos, cuantos años tienen, cuales son sus hobbies, porque eligieron este trabajo (?!).
terminado el evento, se nos dijo que esperemos el llamado a la tarde, los que queden ya mañana empiezan con la capacitación. se les llama al celular, sino atienden, se los llama al fijo, si no están, se les manda un mail.

más triste que todo eso, es que micaela no me llamó ni al móvil, ni a mi casa ni me mandó ningún mail.
ni en un callcenter me quieren.
todavía no defino si eso es bueno ó malo.
bizarro seguro, hasta gracioso diría.